El derecho a la ciudad – Encuentro ciudadano

A fines del siglo XX los proyectos de cambio en el Perú estuvieron fuertemente conectados con los gobiernos locales. La primera democracia nacional (1980-1992), el auge de Izquierda Unida y la presencia de variados movimientos sociales permitieron procesos democráticos en muchos gobiernos locales. Así, durante los años ochenta en El Agustino, Villa El Salvador en Lima, Ilo en Moquegua, entre otros, se constituyeron experiencias municipales de concertación y participación con fuerzas sociales y políticas para resolver problemas sociales urgentes. Éstas continuaron incluso durante la dictadura fujimorista en distintas localidades de las regiones Cajamarca, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, etc.

Por ello, en el contexto actual de crisis sistémica es importante analizar las posibilidades y límites de la política local para la ampliación de la democracia y los derechos. En esa perspectiva se realizó el “Encuentro ciudadano por el derecho a la ciudad” el sábado 28 de mayo en Villa el Salvador, organizado por Nuestro Sur, DESCO – Programa Urbano y Rocío Paz, regidora de Villa El Salvador. Esta jornada permitió un intercambio de experiencias y saberes entre líderes y lideresas sociales y políticos de Villa El Salvador, investigadores y activistas por el derecho a la ciudad y Daniel Jadue, alcalde de la comuna de Recoleta (Santiago de Chile).

Dentro de las experiencias de autogestión, dirigentes comunales de Villa el Salvador presentaron su trabajo de fortalecimiento de la organización comunal desde las manzanas de vivienda como unidades básicas y a partir de la recuperación y reivindicación de la memoria de la comunidad junto a la realización de murales colectivos que permiten exponer la historia de Villa el Salvador y así fortalecer la identidad de las familias. También se presentó la experiencia de construcción de biohuertos hechos por mujeres para autoconsumo, apoyo a ollas comunes y sensibilización y formación de jóvenes en torno a la problemática ambiental. Sobre ambas iniciativas, el alcalde Jadue compartió la experiencia en Recoleta, en especial el trabajo de memoria colectiva.

Por su parte, la urbanista Mariana Alegre, directora del Observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos, la activista Elizabeth Guillén del colectivo en defensa de las Lomas de Pamplona y la regidora Rocío Paz, compartieron experiencias y reflexiones sobre cómo la falta de planificación y de políticas públicas de transporte o vivienda generan y refuerzan desigualdades en las ciudades que derivan en problemas como el tráfico de tierras, la pobreza de tiempo, la desintegración social, entre otros.  Así mismo, se resaltó la importancia de la participación y organización ciudadana para abordar estos problemas tanto desde dentro como por fuera de la gestión municipal.

Daniel Jadue, alcalde de la comuna de la Recoleta desde el 2012 a la fecha compartió su experiencia desde la promoción de la participación ciudadana, la gestión local, así como reflexiones sobre el momento constituyente en Chile con la redacción de una nueva Constitución que será sometida a un plebiscito “de salida” el 4 de setiembre próximo para que sea ratificada por el pueblo. Dicho proyecto de Constitución incluye entre los derechos fundamentales el «derecho a las ciudades y territorios». Jadue planteó que en el actual contexto neoliberal el Estado privilegia la entrega de territorio al mercado, poniendo por delante la rentabilidad por sobre la vida de las personas, segmentando socialmente a la ciudad (“lugares para los ricos”, “lugares para la clase media” y “lugares para los pobres”), centralizando los servicios y generando a su vez largos trayectos sobre todo para los más pobres. Invasiones de terrenos y contaminación son, entonces, síntomas de un sistema que debe ser puesto en cuestión y cambiado a partir de la escucha atenta a los vecinos y vecinas y la resolución -con su protagonismo- de sus problemas más concretos y cotidianos. Así, presentó la experiencia de farmacias y ópticas populares en los que la Municipalidad de Recoleta pone estos bienes a precios accesibles a disposición de sus vecinos y vecinas, la experiencia de arriendo justo, de uso comunal de la infraestructura escolar, de colocación de plantas municipales de generación fotovoltaica en edificios públicos y paneles solares en viviendas para abaratar los costos de energía y convertir a Recoleta en una comuna con soberanía energética.

Estas diversas experiencias muestran el gran potencial de la política local y la gestión municipal para la transformación de nuestras sociedades con diálogo, participación e imaginación. Desde Nuestro Sur continuaremos visibilizando y promoviendo este tipo de experiencias, sistematizando y compartiendo sus aprendizajes.

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