¡Viva la austeridad, carajo!

Alfonso Bermejo

El 10 de diciembre pasado asumió Javier Milei como jefe de gobierno. Su campaña estuvo basada en pocas ideas, pero con mensajes antiestablishment que calaran en la insatisfacción de la población, sobre todo los más jóvenes: “quemar el BCRA”; “el gobierno – a través de los impuestos – te roba”; “el Estado te quita libertad”; “si se deja de imprimir dinero, se elimina la inflación”; “no se puede vivir por encima de las posibilidades”; “el ajuste lo pagará la casta”; entre otras.

Ha pasado poco más de seis meses y la situación no parece alentadora. Bajar la inflación y eliminar el déficit fiscal se convirtieron, de pronto, en sus dos caballos de batalla. Para ello, la primera medida fue una fuerte devaluación del peso del 118%, lo que hizo que el dólar blue (paralelo) también se disparara Los empresarios con poder de mercado, aprovechando la coyuntura, ajustaran sus precios según expectativas (o no). Así, subieron los productos de primera necesidad que se encontraban en las góndolas, los servicios básicos, el transporte, la medicina prepaga (privada), etc. Para que esto sea posible, eliminó todas las políticas que limitaban la subida de precios. La consecuencia fue una inflación en diciembre de 25,5%.

Por el otro lado, para bajar el déficit fiscal, redujo el gasto público, ajustando fuertemente a los jubilados, a quienes no les aumentó las pensiones; eliminó programas sociales, concentró ministerios y redujo la planilla del Estado; retuvo parte de los fondos que debían ser transferidos a las provincias; paralizó la obra pública, entre otras medidas.

La consecuencia de ello fue una fuerte pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora y jubilados. La lógica del gobierno es que disminuir la capacidad de gasto, afectara la demanda agregada; y, por supuesto, esto repercutiría en los precios, pues al no haber demanda, no hay ventas; y sin ellas, la variación de precios desaparece.

Algunos Indicadores

  • De acuerdo con un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC1), los ingresos corrientes del Estado se redujeron en un 2,7% en términos reales. Sólo en el mes de junio, la caída fue de 17,7%. Esto significan dos cosas, que la crisis se agudiza en la medida que dos de los ingresos que se redujeron fueron el IVA con -8,7%, debido al menor consumo; y, el aporte a la seguridad social con 18% por la reducción de los salarios y la caída del empleo formal.
  • En cuanto a los gastos, los ajustes han afectado a varios rubros, siendo los principales, prestaciones sociales con -23,7%; subsidios a la energía, el transporte y otros con -39,9%; personal con -16,4%; transferencias a provincias con -81,9%; y, transferencias a universidades con -30,8%, entre otros.
  • Por su parte, el dólar paralelo (dólar blue) ha pasado de 990 pesos cuando asumió, a cotizarse, al cierre del día de hoy (05/07/2024) a 1.420 pesos, lo que significa una devaluación del 43,43%. Por su parte, el dólar oficial, pasó de 368,60 el 10 de diciembre pasado, a 956,02 pesos, lo que supone una devaluación de 159,36%. Todo esto en apenas 6 meses.
  • En relación con el salario de los trabajadores; de acuerdo con el RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), el aumento del salario promedio entre diciembre y abril (último dato registrado) fue de 83%, mientras que la inflación – en el mismo periodo – fue de 107%2. Diversos informes señalan que la caída de la capacidad adquisitiva ha sido mayor en el empleo público que en el empleo privado, y más aún en los ingresos de los trabajadores informales.
  • Respecto a la actividad económica, de acuerdo con el INDEC3, el EMAE (Estimador Mensual de la Actividad Económica) cae un 4,2% en el primer cuatrimestre respecto al mismo período del año anterior. De acuerdo con ese mismo informe, los sectores que más cayeron interanual, en abril, fueron Construcción (-24,8%); Industria y Manufactura (-15,7%); Comercio Mayorista, Minorista y Reparaciones (-13,1%); Intermediación Financiera (-9,7%); y, Impuestos Netos de Subsidios (-6,1%).
  • El mismo INDEC4 nos da algunos datos adicionales. El Consumo Privado, en el primer trimestre, disminuyó 6,7% interanual; el Consumo Público 5%; y la Formación Bruta de Capital Fijo (proxy de la inversión) 23,4%.
  • La recesión ha significado una caída del PBI, para el primer trimestre, de 5,1%5.
  • Los datos de pobreza, indigencia y desigualdad, por supuesto, no son nada alentadores. Los datos de la Universidad Católica de Argentina6 (UCA) reportaron que en el primer trimestre fue de 54,6% y el de indigencia, el 19,8%. Ello significa un aumento de 9,9 p.p. y de 10,2 p.p.7, respectivamente. En cuanto a la desigualdad, el índice de Gini, según el INDEC8, fue de 0,467 para el primer trimestre, 0,021 por encima del mismo trimestre del año anterior. Por su parte, la UCA señala que, durante el mismo período, el 20% de la población del quintil 1 (20% de la población con menores ingresos) se apropió sólo del 4,5% de los ingresos monetarios totales, mientras que el quintil 5 (el 20% con mayores ingresos) del 52%.

Finalmente, aunque el gobierno repite como logros la baja de la inflación (el último reporte la ubica en 4,18%, la más baja desde enero de 2022) y el superávit estaría ligado a la postergación del pago de deuda con algunas empresas con contratos con el Estado.

Lo cierto es que no sólo la población empieza a impacientarse por los resultados reales en la economía, los mercados también mandaron señales estas últimas semanas cuando hubo una mini corrida cambiaria, el riesgo país volvió a pasar la barrera de los 1.500 puntos y el precio de los valores argentinos cayeron.

Las empresas dependen de la venta de sus productos o servicios. Si no existe recuperación del mercado interno y el gobierno se resiste a tener otra devaluación (con lo que ello significa) que favorezca las exportaciones, el empresariado exigirá algunos cambios. Quizá por ello, el ideólogo – hasta hace poco detrás de las cámaras – Federico Sturzenegger fue nombrado ministro de desregulación y Transformación del Estado.

Por cierto, resulta paradójico que luego de eliminar los ministerios de Educación, Desarrollo Social; Ciencia, Tecnología e Innovación; Mujeres, Géneros y Diversidad, entre otros, y se haya creado uno – ad hoc – de desregulación. Cosa de libertarios.

Aunque hay otros datos para destacar, los aportados parecen suficientes para dar una idea de la situación actual. Aunque daré tres más como cierre del artículo: i) el consumo de carne en Argentina cae a mínimos históricos; ii) el desfinanciamiento de las universidades públicas trajo consigo una de las mayores marchas a nivel nacional concentrando, según datos de la UBA, a más de 800 mil personas en las calles; y, iii) la provincia de La Rioja ha creado una cuasimoneda denominada los “chachos” con una paridad de 1 a 1 respecto al peso, con el objetivo de poder hacer frente a los pagos de empleados públicos e incentivar el comercio local. Esta medida tiene como lógica hacer frente a la negativa del gobierno federal de transferir recursos a las provincias. Este último punto, por supuesto, da para una columna en sí misma.

En el próximo trimestre se tendrán algunas luces para lo que viene; mientras tanto, queda resistir.


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  5. Idem.
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