Ingrid Ramirez Ariza
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En el abismo de la pantalla,
se cayeron todos mis besos.
Ya no sé si existes,
ya no sé si existo.
(Paula)
El término tecnofeudalismo ha emergido como una forma de conceptualizar la convergencia entre las estructuras de poder que recuerdan al feudalismo medieval y el dominio total que las grandes corporaciones tecnológicas ejercen en la sociedad contemporánea. En un análisis marxista, esta figura puede entenderse como una transformación del capitalismo, donde el control de los medios de producción se ha desplazado hacia las infraestructuras tecnológicas, los datos y las plataformas digitales, creando nuevas formas de dominación y explotación. Para profundizar en este concepto, es necesario recurrir a pensadores clave como Antonio Gramsci y Slavoj Zizek, así como poner en perspectiva figuras actuales como Elon Musk, Javier Milei y el ascenso del neofascismo, hilando reflexiones de autores insignes en la literatura como George Orwell y Aldous Huxley.
l. Definición inicial: Yanis Varoufakis y el antagonismo contemporáneo
El tecno-feudalismo, según Yanis Varoufakis, describe un sistema post-capitalista donde el control de las plataformas tecnológicas y los datos reemplaza al dominio de los medios de producción tradicionales. El antagonismo clave es entre los dueños de las plataformas (quienes acumulan riqueza monopolizando la infraestructura digital) y los «nubelistas» (los productores precarizados de contenido y usuarios dependientes de estas plataformas).
Este modelo refuerza la explotación económica, no solo a través del trabajo directo, sino también por la extracción de valor de los datos personales y el control de las interacciones digitales.
2. El TecnoFeudalismo en el marco marxista
En la visión marxista, el capitalismo no es solo una cuestión de propiedad de los medios de producción, sino de cómo las relaciones de poder y producción determinan la organización social. Marx nunca pudo anticipar el advenimiento de Internet, las redes sociales o el dominio de gigantes tecnológicos, pero sus categorías siguen siendo útiles. En el contexto actual, las grandes empresas tecnológicas, al igual que los señores feudales de la Edad Media, acumulan un poder casi absoluto: poseen la infraestructura que permite la interacción, la comunicación y el acceso al trabajo, al ocio, a la educación y a la información.
Este dominio sobre los “medios de producción digitales” —es decir, las plataformas tecnológicas y la red de datos— remite a una suerte de feudalismo moderno, donde la dependencia de estas plataformas es tal que los individuos, como en el feudalismo clásico, están sujetos a un sistema de poder con pocas alternativas viables. La distinción entre las clases sociales sigue existiendo, pero en lugar de depender de la propiedad de la tierra, depende del acceso y control de las tecnologías.
En este sentido, Antonio Gramsci aporta una herramienta crucial: el concepto de hegemonía. Las empresas tecnológicas no solo controlan la economía, sino que, a través de la creación de narrativas y la definición de lo “deseable” o “aceptable”, gobiernan también las mentes. La hegemonía cultural se sostiene mediante la penetración ideológica que ejercen las plataformas. Nos ofrecen la ilusión de libertad y democracia, mientras que en la realidad nos convierten en productos, inmersos en un ciclo de consumo digital que termina reproduciendo la misma estructura de dominación.
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3. Žižek, la ideología y la falsa liberación tecnológica
Por su parte, Slavoj Žižek ha sido un crítico mordaz de la idea de que la tecnología, por sí misma, puede ser una fuerza emancipadora. En su análisis, la tecnología no es neutral; es una herramienta profundamente entrelazada con las relaciones capitalistas que refuerzan el control sobre el sujeto. Lo que la tecnología moderna ha logrado, en su opinión, no es una liberación, sino una nueva forma de esclavitud que se presenta bajo la apariencia de la libertad.
La tecnología, en lugar de liberarnos de las ataduras del capitalismo, las multiplica y las disfraza de progreso. Nos convierte en “sujetos libres” bajo la vigilancia constante, en una paradoja de libertad, donde la individualidad se diluye en la colectividad de los datos.
4. Elon Musk y el “capitalismo del futuro”
El caso de Elon Musk es particularmente ilustrativo de este fenómeno. Musk, como representante de la nueva clase tecnocrática, encarna la figura de un moderno señor feudal digital. A través de Tesla, SpaceX y Twitter (ahora X), Musk está construyendo no solo una fortuna, sino también un poder que le permite modelar la agenda pública, controlar medios de comunicación y definir el rumbo de la tecnología. Su narrativa de un “futuro mejor”, lleno de coches eléctricos y colonias en Marte, es una forma de vender la idea de un progreso ilimitado bajo el liderazgo de los grandes empresarios tecnológicos.
Sin embargo, la pregunta sigue siendo la misma que en el feudalismo: ¿quién tiene el control? Musk y otros como él parecen ofrecer soluciones a los problemas globales, pero al mismo tiempo perpetúan una estructura de poder que se basa en el control privado de los recursos esenciales para la vida moderna. El tecnofeudalismo se ve reflejado en la manera en que, al igual que los señores feudales del pasado, Musk y su cohortes deciden el acceso y las condiciones de vida de millones de personas, bajo una retórica de “libertad individual” que, de hecho, resulta ser una libertad bajo condiciones estrictas.
5. Relación con el neofascismo y retrocesos ideológicos
El tecno-feudalismo, como sistema, se alinea con la reemergencia del neofascismo, que utiliza las herramientas digitales para amplificar su alcance y poder:
Control emocional y simbólico: La combinación de la vigilancia Orwelliana y la distracción Huxleyana crea un entorno perfecto para el neofascismo: polarización extrema, control narrativo y manipulación masiva.
Valores regresivos: Los discursos que exaltan la “familia tradicional”, la religión y la “libertad” (entendida como la libertad para acumular y excluir) son reciclados por líderes como Trump y figuras como Elon Musk, quienes utilizan las plataformas para legitimar y amplificar ideologías autoritarias.
El saludo nazi y la estética del poder: Eventos simbólicos, como el saludo nazi de Musk durante la juramentación de Trump, funcionan como una actualización del fascismo del siglo XX, adaptado al lenguaje visual y viral de las plataformas digitales.
6. Orwell, HuxJey y el futuro distópico del TecnoFeudalismo
Orwell, en 1984, describe un mundo donde el estado totalitario ejerce un control absoluto sobre el individuo, monitorizando sus pensamientos y acciones a través de la tecnología. La vigilancia masiva es la piedra angular de su sociedad, y es precisamente en este control donde encontramos un paralelismo con el tecnofeudalismo. Las plataformas tecnológicas, como los «Ojos de la Nación» de Orwell, observan, miden y manipulan constantemente al individuo, transformándolo en un engranaje de la máquina productiva.
Por otro lado, Huxley, en Un Mundo Feliz, imagina una sociedad donde la opresión no es visible, sino sutil, construida a través de la placidez del consumo y la tecnología que, en lugar de vigilar, satisface los deseos y placeres superficiales de las personas. El tecnofeudalismo también puede ser entendido como un sistema huxleyano, donde las plataformas digitales crean una ilusión de libertad mientras nos sumergen en un conformismo digital, ofreciendo entretenimiento y satisfacción momentánea, pero a. costa de nuestra autonomía.
7. El cambio de fase del capitalismo: Socialismo o Distopía
Ambos autores aportan advertencias cruciales sobre los peligros del tecnofeudalismo y su relación con el autoritarismo. Sin embargo, desde la perspectiva marxista:
Control de los datos y medios digitales: La lucha no es solo contra el capitalismo, sino contra la concentración de poder en manos de unas pocas plataformas tecnológicas. Democratizar el acceso a la tecnología y los datos es esencial para evitar una distopía Orwelliana o Huxleyana.
Educación crítica y organización colectiva: Para resistir la alienación descrita por Huxley y la manipulación Orwelliana, se necesita fomentar la conciencia crítica y la acción colectiva, herramientas fundamentales en la transición al socialismo.
El socialismo como alternativa: La única salida viable es un sistema que priorice el bienestar colectivo sobre el lucro, desmantelando el poder monopolístico de las plataformas y construyendo una economía digital basada en la cooperación, la transparencia y la equidad.
8. Conclusión:
Como en las distopías de Orwell y Huxley, la paradoja del poder está en que no necesitamos ser esclavos en cadenas, sino “libres” en una prisión de algoritmos y datos. El tecnofeudalismo no es solo un sistema económico, sino una forma de vida; una existencia en la que las grandes plataformas se convierten en los nuevos señores, y nosotros, sus vasallos, navegamos por sus dominios invisibles, sin siquiera saber que estarnos atrapados en su red.
De esta manera, los grandes lideres tecnológicos, como Musk, y los movimientos autoritarios, como los de Milei o el neofascismo en ascenso, no son más que los nuevos «señores» de un mundo donde la libertad es solo una ilusión.
Y mientras tanto, el viento de la historia sigue soplando, no hacia la liberación, sino hacia una oscuridad tecnológica que es tan opresiva como cualquier feudo de antaño.
El tecno-feudalismo, tal como lo describe Varoufakis, no es el fin de la historia, sino una etapa transitoria dentro del conflicto de clases. Las teorías de Gramsci y Zizek ayudan a entender cómo se reproduce la hegemonía cultural y la alienación bajo este nuevo sistema.
Sin embargo, la lucha por el socialismo sigue siendo una alternativa viable, donde la tecnología pueda ser reapropiada para el bien colectivo, desmantelando el dominio de los “señores de las nubes”.
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Bibliografía
1. Varoufakis, Yanis. Techno-Feudalism: What Killed Capitalism. Verso Books, 2023.
2. Marx, Karl. El Capital. Crítica de la Economía Política. Fondo de Cultura Económica, 2000.
3. Gramsci, Antonio. Cuadernos de la cárcel. Editorial Nueva Visión, 2013.
4. Zizek, Slavoj. The Sublime Object of ldeology. Verso Books, 1989.
5. Orwell, George. 1984. Secker & Warburg, 1949.
6. Huxley, Aldous. Un Mundo Feliz. Editorial Sudamericana, 1932.
7. Zubotf, Shoshana. The Age of Surveillance Capitalism: The Fight for a Human Future at the New Frontier of Power. PublicAffairs, 2019. 8. Harari, Yuval Noah. Homo Deus: Breve historia del mañana. Debate, 2016.